Según el British Medical Journal y la British Broadcasting Corporation (citado por Bloomberg, 2/28/12), metal-metal reemplazos de cadera, tales como los implantes de cadera DePuy podrían causar daño a más pacientes que fugas de implantes mamarios que fueron el foco de la prensa en los últimos años. En un comunicado emitido en febrero de 2012, el British Medical Journal y la BBC especula que cientos de miles de personas en todo el mundo pueden haber estado expuestos a metalosis, una condición en la que los altos niveles de metales tóxicos se filtran en el sistema del paciente.
El escape de desechos tóxicos desde el implante de cadera en el tejido del paciente y los huesos pueden causar la destrucción de los tejidos y los huesos, y resultar en un implante de cadera defectuoso antes de tiempo. Por otra parte, hay algunos indicios de que una vez que los restos de metal se encuentra en el tejido, se puede propagar a través del torrente sanguíneo hasta el hígado, los riñones y otros órganos, causando problemas de salud.
Johnson & Johnson y su filial, DePuy Pharmaceuticals, anunció el retiro de los implantes de cadera de metal-metal en agosto de 2010, después de que surgieron informes de que los implantes estaban fallando antes de tiempo. De acuerdo con el Registro Nacional Conjunto de Inglaterra y Gales, el implante acetabular DePuy ASRtuvo una tasa de revisión de 29 por ciento, en comparación con menos del 10 por ciento para todos los implantes de metal-metal. Mientras tanto, el Organismo Regulador de Medicamentos y Productos Sanitarios recomendó a los médicos a anualmente tomar imágenes por resonancia magnética por la vida de ciertos implantes.
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Tal vez lo más perjudicial, sin embargo, es el argumento de que los fabricantes de dispositivos de la cadera de metal-metal sabían que había el potencial de genotoxicidad. De acuerdo con la articulación del informe de la revista BMJ , la BBC, una nota interna de DePuy expresó su preocupación porque "el desgaste los restos [de los implantes de cadera] pueden ser cancerígenos." La nota señaló además, "Un estudio sugirió un triple riesgo de linfoma y leucemia 10 años después del reemplazo de las articulaciones," antes de concluir que la prueba definitiva es la "larga experiencia humana a largo plazo."